“Somos lo que pensamos” dijo Buda.
Pero cada vez más estudiosos del comportamiento humano aseguran que también “somos lo que sentimos”.
¿Qué es lo que nos lleva a pensar como pensamos y a sentir como sentimos?
En este artículo, hablaba de 2 hechos demostrados y muy comentados por expertos de la talla de Elsa Punset o Margarita Álvarez, que afectan a la actitud que adopta cada persona sobre un hecho:
Hechos científicos sobre la actitud que necesitas conocer
1- La genética influye en un 70- 90% en nuestra actitud y, por tanto, en nuestra felicidad.
2- El ser humano es negativo por naturaleza.
Nuestro instinto de supervivencia nos obliga a recordar con mucha más facilidad hechos negativos que positivos, situaciones en las que nos hemos sentido “atacados” o vulnerables (se estima que un 80% de nuestros pensamientos los protagonizan malos recuerdos y preocupaciones futuras).
A estas 2 afirmaciones científicas quiero añadir otros 2 igual de importantes:
3- La gente de la que te rodeas afecta totalmente a tu comportamiento.
El estrés, el mal humor, la negatividad, o la apatía se contagian. La buena noticia es que la alegría, la positividad, la energía positiva… ¡también se contagian!
4- Tu educación influye, y mucho, sobre tu actitud.
Pero también sabemos que el cerebro tiene la misma capacidad que un músculo de adaptarse al entrenamiento que reciba.
Y por eso, igual que para desarrollar tu físico de la manera adecuada para ti necesitas un entrenador experto que te diga qué ejercicios tienes que hacer, cómo, y cada cuánto; para desarrollar tu cerebro necesitas un entrenador experto que te diga qué ejercicios tienes que hacer, cómo y con qué frecuencia.
Hay gente con tendencia genética a ser grueso, que con los ejercicios y la constancia apropiada, tiene unos cuerpos de envidia. Hay gente que genéticamente no es buena para los números, y ahí los tienes: de directores de márketing en grandes empresas controlando estadísticas y NPSs.
Y hay gente que cuando se acerca a un teclado pegado a una pantalla, desgracia todo lo que toca en cuestión de minutos, y que ha montado 3 webs chulísimas (hola querida «yo») aunque le haya costado el doble que a cualquier persona normal.
¿PERO CÓMO PUEDO CAMBIAR MI CEREBRO, ENTRENARLO YO SOLO, PARA CAMBIAR MI ACTITUD Y PERCEPCIÓN ANTE LAS COSAS QUE ME PASAN?
Voy a decirte una cosa que no te va a gustar: Tienes que cambiar la historia que tu cerebro te cuenta sobre ti.
—Muy bonito, ¿me aterrizas esta cursilada, por favor?
Bueno, básicamente se trata de currar en la dirección que quieres independientemente de lo que te dice tu mente y sabiendo cómo rebatirle sus argumentos.
Esto significa que si eres lo bastante constante y el reto te atrae lo suficiente, lo conseguirás. Pero también quiere decir que con un entrenador que ya sabe cómo hacer para que tú te desarrolles como quieres, llegarás antes al resultado, y con muchas menos probabilidades de fracaso.
Si la fuerza de voluntad no es tu fuerte, mejor apúntate a un “gimnasio de cerebros”.
“Fallar la preparación es prepararse para fallar.”
B. Franklin
TODO ES MODIFICABLE, todo se puede adaptar. Incluso tu actitud y tu suerte en la vida. Pero si te has propuesto un cambio, asegúrate de que lo has planificado bien.
El problema con ejercitar la mente es el mismo que con el ejercicio. ¿Cuánta gente conoces que ha empezado mil veces a hacer un deporte y siempre lo acaba dejando por falta de resultados a la semana 2?
Somos muy impacientes y para lograr algún éxito en esta vida se requiere lo primero PACIENCIA. Y lo segundo, CONSTANCIA. (¿O al revés?)
¿Pero sabes lo malo? Que “la sociedad” nos lleva en dirección contraria: Cada vez nos cuesta menos adquirir cosas (solo tenemos que bajar al súper para conseguir unos canelones precocinados), y cada vez queremos más “libertad”. Una libertad mal entendida, que nos vuelve cada vez más adversos al compromiso. Y el compromiso es el mejor entrenador de la constancia.
Por eso es importante prepararse a conciencia para llevar a cabo cualquier propósito (esto incluye en primer lugar un cambio en tu actitud): ¡Entrénate primero!
No puedes correr de la noche a la mañana una maratón sin entrenar. No puedes proponerte meditar durante una hora si todavía te distrae el vuelo de una mosca. Y por supuesto, no puedes dejar de lado tu vagancia, negatividad, celos, etc. y empezar a ser feliz en cuestión de unas semanas, solo porque te lo has propuesto.
No vuelvas a decirte nunca más “voy a tomarme las cosas con más calma a partir de ahora”, o a prohibirte pensamientos negativos. Solo conseguirás frustrarte al ver que en menos de 1 día habrás roto tu propósito 20 veces.
Entrena primero, como si quisieras subir el Everest: primero sube sin cansarte las escaleras de tu casa, luego la montañita que tengas más cerca, cuando ya no te canses te propones hacer un trozo del Aneto, y así poco a poco a base de pequeños retos. Muchos meses después, estarás preparado para hacer cima en el Everest.
“Ya he pillado cómo se hace para subir el Everest, pero ¿CÓMO HAGO PARA CAMBIAR MI ACTITUD?”
Lo más importante de todo esto no solo es que mejorar tu actitud te convierta en mejor persona, es que te prepara para que cuando vienen temporales, te tambaleen, pero no te tumben.
Nadie está preparado para afrontar un cambio de planes que no le gusta y mucho menos cuando se trata de desgracias.
Pero es como todo: igual que un deportista se recupera mejor de una lesión que alguien sedentario, y una mujer en forma se recupera antes de un parto, que una que no se ha movido de su sofá desde que empezó a engancharse a series; alguien con un cerebro bien entrenado, se recuperará antes de un golpe de la vida.
Keith Harrell, en su libro Attitud is everything (La actitud lo es todo), te da 10 herramientas para entrenar tu actitud.
Ahora te las cuento, pero una vez hayas leído las herramientas de Keith, no te olvides de elegir cuál vas a aprender a usar primero. Cuando ya sepas usar la primera y seas un experto en su manejo, solo entonces, puedes elegir la segunda.
Herramientas que vas a necesitar aprender a utilizar para ``re-formar`` tu actitud
Herramienta 1: ¿Autocoaching?
Las palabras tienen un poder increíble. Y lo que te digas cada día será en lo que te convertirás. Tienes que tener en cuenta que con nosotros mismos somos capaces de ser mucho más crueles que con cualquier otra persona.
Cada vez que te autoinsultas por haber cometido un error, piensa si serías capaz de decirle eso mismo a tu hijo, o a un amigo. Te prometo que tu respuesta será “¡Cómo voy a decir eso así a alguien!… ¡qué crueldad!»
El pensamiento positivo no funciona así como así; pero el pensamiento negativo, mucho menos. Cuando te des cuenta de que te estás insultando a ti mismo, párate a pensar: ¿sería capaz de decirle esto a un buen amigo? Si tu respuesta es “no”, pídete perdón (en tu interior…)
*Más información sobre cómo usar esta herramienta aquí.
Herramienta 2: Descubre tu motivación (o tu porqué).
Ayudar a otras personas a ser más felices porque eso te hace sentir bien, poder dedicar más tiempo a tu familia, poder ayudar a tus padres, poder pagarte un viaje, poder vivir donde quieras, aportar algo al mundo antes de morir…
Todo el mundo tiene un porqué, piensa cuál es, y cuando lo tengas recuérdatelo a menudo para motivarte; porque para cualquier objetivo que te pongas en la vida, por pequeñito que sea, encontrarás mil trabas y problemas. Y vas a necesitar recordarte muchas veces tu porqué para conseguir salir adelante.
¿No tienes un porqué y tu vida es un despropósito? Hay dos cosas que quizá te gustaría saber acerca de este tema:
1- Una posible causa de que no lo encuentres (y cómo no confundir propósito con vocación).
2-El propósito de la vida que compartes conmigo y que debería servirte, sin más aspiraciones.
Herramienta 3: El entusiasmo (sin tu herramienta “porqué” no puedes usar esta)
¿Cuántas veces te encuentras a alguien y le preguntas qué tal está y te dice “bueno, aquí” o “tirando” o el mítico “no me puedo quejar”.
¡Puf! ¡Qué pereza de respuesta! A mí me transmite desesperanza.
Para mí la respuesta está en este ejercicio:
Escribe lo que te gustaría hacer con tu vida si tuvieras un hada madrina que pudiera concederte 10 deseos que dependieran de ti (y que te concederá a lo largo de tu vida siempre y cuando trabajes para conseguirlos):
Tú eres ese hada madrina, o hado madrino, o hade madrine, o hadx madrinx, que uno ya no sabe cómo escribir sin ofender.
Ahora en serio, es un ejercicio tan sencillo que te dará vergüenza no saber hacerlo sin esta plantilla de ejemplo.
Si realmente no encuentras deseos suficientes más allá del euromillón (cosa que no cuenta porque no depende de ti), puedes empezar por entender qué demonios te mueve en la vida. Esto se consigue conociendo tus valores.
Cuando encuentres sentido a todo esto te prometo que ocurrirán 2 cosas en tu vida de las que apenas te darás cuenta:
1, aumentará tu carisma; y 2, contagiarás entusiasmo en tus reuniones, tus entrevistas de trabajo y cada vez que alguien te salude con un inocente «Qué tal».
Herramienta 4: Visualización
Hoy en día los deportistas de élite pasan cada vez más tiempo entrenando su mente, porque ya existe evidencia científica de sobra que demuestra que el poder de nuestra mente es increíble. Ya lo decía el mayor líder de toda la historia de la humanidad: La fe mueve montañas.
Ten fe en ti mismo, visualízate consiguiendo tu objetivo y entrena tu mente para que sea más fuerte que tus debilidades.
Lo mismo para empezar un proyecto que no te da ninguna seguridad: Visualízate sentándote cada día con tu café delante del ordenador a trabajar en tu proyecto. Te resultará más fácil llevarlo a cabo.
No lo digo yo, lo dice el entrenador de los Chicago Bulls y de los Lakers: obligar a sus jugadores a visualizar el éxito y visualizarse marcando tantos, era la clave de su éxito.
Herramienta 5: Sustituye los inputs negativos que llegan a tu cerebro por positivos.
Las noticias, y otras personas (principalmente mayores) pueden ser una fuente terrible de negatividad.
No puedes huir de tus padres, de tus tíos o de tus amigos escépticos, te quieren y seguro que son personas excelentes. Pero sí puedes evitar que su negatividad te influya.
Por ejemplo:
Cada vez que estés con un amigo muy negativo que te tira por el suelo tus ideas, llama luego a algún amigo que sea la positividad personificada y recarga pilas.
No leas las noticias por la mañana. Te quitarán toda tu energía positiva. Leelas en cualquier otro momento y acaba siempre buscando una noticia alegre y positiva para quedarte con ella.
Hay cientos de canales en las redes sociales que te ayudarán a esto: puedes empezar por suscribirte a esta newsletter de los viernes (mdv). Si no te hace gracia, la de la Hoya no solo trae buenas noticias, trae los consejos que me gustaría que me hubieran dado hace 20 años.
Herramienta 6: El poder de las palabras
Cuidado con cómo hablas, y de lo que hablas. Criticar es negativo (para todos), maldecir es negativo y desagradable para los que estén cerca.
Si no tienes algo positivo que decir, mejor cierra la boca. Serás el descargador de pilas del resto y, por supuesto, el tuyo propio.
En cambio un comentario positivo puede alegrarle el día a alguien. Usa esa herramienta para ayudarte a ti mismo y a los demás.
Tu actitud en cada momento es el reflejo de quién eres. Y las palabras, junto con los hechos, son tu principal espejo.
¿Esto quiere decir que no puedas desahogarte de vez en cuando? Por supuesto que no.
Descargar en el hombro de alguien es muy positivo. Pero cuidado con tu enfoque a la hora de hacerlo, y sobre todo, cuidado con el número de hombros en los que descargas.
Herramienta 7: El poder de ser agradecido
Existen multitud de estudios que demuestran los beneficios de ser agradecidos. No cuesta dinero y es positivo para todos ¿Por qué no practicar mejor la gratitud?
Te voy a enumerar los beneficios que obtendrás sí o sí siendo agradecido, y me he visto obligado a copiar la enumeración de Marcos de Fitness Revolucionario porque es imposible hacerlo más claro que él:
- Mejor salud en general, tanto física como mental (estudio, estudio).
- Menos estrés, ansiedad y depresión (estudio, estudio, estudio, estudio).
- Mayor satisfacción laboral y con la vida en general (estudio, estudio).
- Mejor descanso (estudio).
- Mejor rendimiento académico (estudio).
- Mejores relaciones personales (estudio, estudio).
- Menos materialismo y envidia (detalle, detalle, estudio).
- Menos agresividad (estudios).
No voy a decir nada más sobre la gratitud, porque los viernes envío una newsletter fantástica sobre cómo hacerlo predicando con el ejemplo.
Herramienta 8: Conecta con tu “poder espiritual”
No hace falta que creas en el más allá, ni en cosas místicas. Simplemente aprende a estar solo (o contigo mismo) sin ser tu peor enemigo con tus pensamientos. Esto es ni más ni menos que aprender a meditar o a practicar el mindfulness.
Elsa Punset decía en una entrevista hace poco que conocerse a sí mismo es realmente complicado, porque nunca nos dedicamos tiempo.
Conocerte mejor, saber qué ha causado cada una de tus reacciones, ser claro y sincero contigo mismo es el primer paso que necesitas dar antes de hacer un cambio de actitud o un propósito. Si no, ¿cómo vas a cambiar algo que ni conoces?
Herramienta 9: Ilumina tu vida con el humor
El humor es megamotivador. Reir proporciona una energía positiva superior a la de cualquier droga porque con ella nuestro cuerpo produce una cantidad bestial de endorfinas.
(Las endorfinas son neurotransmisores que se encargan de hacernos sentir bienestar y felicidad.)
Así que, ponte películas y series de risa, monólogos que se rían de las noticias negativas que has visto, lee libros divertidos. Pasarás un buen momento y tu energía será muy distinta sin que te des cuenta.
Herramienta 10: El ejercicio
Aunque pueda parecer lo contrario, el ejercicio no te quita energía. Te la da, por el simple hecho de que el ejercicio te hace más saludable. Por eso, cada vez más gente sale a correr o va al gimnasio antes de ir a trabajar… ¡a las 6 de la mañana!.
“El movimiento es medicina. Reduce el riesgo de casi todas las enfermedades conocidas y es la mejor terapia contra el envejecimiento. Es necesario también para ganar músculo y mejorar tu aspecto visual, seas hombre o mujer. La mínima dosis efectiva es pequeña. Tan solo 3-4 horas/semana reduce el riesgo de múltiples enfermedades. No hay excusas.” (Marcos Vazquez).
Ahora que ya eres consciente de que tu actitud viene determinada por 4 factores en un 90%, pero que el cerebro o tu mente puede modificar tu genética a tu favor, y de qué herramientas puedes utilizar para hacerlo, voy a darte 2 recomendaciones “muy fuertes”:


RECOMENDACIÓN 1: Empieza por buscarte un buen guía que te ayude a no salirte de tu línea. Llámalo coach, psicólogo o profesor de yoga. El yoga, actualmente, es la práctica más extendida para entrenar tu mente y tu cuerpo al mismo tiempo. Y no es por casualidad. Los dos primeros pueden ayudarte, pero con el yoga, matas dos pájaros de un tiro: haces ejercicio y entrenas tu mente.
Eso sí, si vas a hacer yoga, búscate un buen profesor. Alguien que se haya formado lo sufciente como para guiar un alma y una mente ajenas. Mientras lo encuentras, puedes ir recibiendo esto.
¿Ya haces yoga? Sube de nivel… ¡prueba un retiro! Te aseguro que te quitarás de un plumazo muchas piedras de tu camino hacia lo que buscas.
Acabas de pensar: ¿“ya sabía yo que al final me venderías algo”? Bueno, la verdad es que un retiro no es para cualquiera. Si quieres saber si puede ayudarte o no, entra aquí. En el caso de que sí, no voy a venderte nada. Voy a ayudarte a encontrar el estilo y lugar que te venga bien.
RECOMENDACIÓN 2: Si quieres empezar a entrenar tu mente tú solo, al menos, búscate una buena miniguía, porque no va a ser nada sencillo, y la vas a necesitar. Puedo recomendarte con total conocimiento de su utilidad este “libro de trabajo” de Byron Katie (entra y lee los comentarios de otros lectores…)
*Si te han gustado las herramientas y te interesa el tema de la actitud, tienes aquí el enlace al libro de Keith. Pero como no está traducido, si prefieres leer en español te recomiendo “La actitud lo es todo” de Jeff Keller (es un equivalente al libro de Keith del que todo el mundo habla muy bien).